El Zoo de Cristal: el diseñador de Swarovski en Buenos Aires
Fue así como en una sala del primer piso del hotel Four Seasons tomando el té rodeada con animales de cristal Swarovski, el diseñador de la marca austríaca comentaba que el diseño de cada modelo le demanda 2 meses y luego pasa un año y medio más hasta ver la pieza terminada.
El diseñador plasma en el tallado la emotividad que transmite el animal
Cada pieza tiene un mensaje e historia.
Por ejemplo este año Swarovski escogió al oso polar como su pieza icónica. Lo nombró Siku y el mensaje que trae apunta al cuidado del medio ambiente. Anton Hirzinger pasa tiempo con los animales que luego talla en cristales, cuyos componentes serán siempre secretos y lo que logra él es plasmar en el diseño la emotividad que le trasmiten. Otro detalle que compone la pieza es el movimiento del animal tallado con relieves y líneas transparentes.
Anton Hirzinger y el oso polar Siku, la pieza icónica de la colección 2011 de Swarovski
El cisne del centenario , fue la pieza escogida para celebrar los 100 años de la empresa en 1995 y por el que Anton Hirzinger se hizo conocido
Para el diseñador plasmar las emociones que le transmite cada animal es lo más dificil de llevar al diseño y será también el valor que tenga la pieza que es una obra de arte en si seguida por más de 360.000 socios que cada diciembre se reúnen para develar el misterio sobre cual será la pieza ícono de edición limitada que sumarán a sus colecciones. Siempre focalizando al cuidado de la naturaleza y estar cerca de ella es el mensaje que Anton elige dar con sus majestuosas piezas de cristales quedándome claro que Swarovski presenta algo más que joyas para la moda.