Louis Vuitton aumenta los precios de sus bolsos. ¿Larga vida a la falsificación?
Hace tiempo que vengo boceteando respuestas y preguntas sobre un tema, que en verdad de no ser por reflexiones en Twitter no me rondaría la duda. Se trata de las falsificaciones de bolsos de marcas de lujo, comenzando porque a mi no me atraen más que lo anecdótico de escuchar a alguna mujer la razón para adquirir una pero me chocan más los juicios de valor que se levantan alrededor de quién los elige. Como si la elección personal no fuera suficiente para que un tercero venga a señalar lo mal que está lo que ese "algo" representa para otro.
Hecho el hit, el clon se asegura y me acuerdo una discusión que armé en Facebook cuando pregunté a qué mujer le despierta el interés tardío en la Alexa Bag de Mulberry cuando la moda argentina la clonó, acentuando yo que llegó un año después de su furor. Las respuestas fueron de lo más honestas. Les gustaba y punto. De todas formas falsificación y clon no es lo mismo.
Lo mismo me sucede en las calles de Buenos Aires al ver tantas falsificaciones del bolso Speedy y sobre todo de la Neverfull de Louis Vuitton. La evidencia de la falsedad es enorme y me animé a preguntar a desconocidas en el subte el por qué de la elección y básicamente es la versatilidad del bolso (motivo irrefutable) y las ganas de un Vuitton para todos los días, las respuestas.
Antes de ayer caminaba por Avenida Corrientes a la altura de Once y me llamó la atención la cantidad de bolsos falsificados a la venta en sus veredas, incluso muchos de los modelos con el logo incrustado no tienen su versión original, tal como se ve en Canal Street en New York o la Explanada del Trocadero en Paris e hice link a una nota de la semana pasada en The Wall Street Journal sobre la estrategia de venta de Louis Vuitton en aumentar sus precios para atraer clientes más exclusivos, éstos que tienen la mirada en otras marcas en busca de productos más sofisticados y menos accesibles.
Queda asentado que el lujo sigue funcionando y sus nuevos mercados son más exigentes.
En el artículo, la periodista Christina Passariello argumenta que "Vuitton is facing the luxury industry's existential problem: how to cultivate an aura of exclusivity while selling billions of dollars of bags a year" y remata con un comentario del director de Exane BNP Paribas, Luca Solca. "If luxury is being cool by having something others don't have, then commercial success and the ubiquity that comes from it can kill brand appeal."
En lo personal los dos modelos icónicos mencionados de la marca francesa me encantan y mi gusto responde a asociaciones por sobre el logo impreso por el que no siento la necesidad.
La cartera Speedy de Louis Vuitton la vinculo a Audrey Hepburn y su encanto de lograr ser práctica y elegante a la vez. El bolso Neverfull me parece la cartera más funcional para la working girl.
Dicho esto, nunca se me ocurrió acudir a una falsificación para satisfacer mi gusto pero en esta estrategia de regresar al aura de exclusividad de la maison de los Champs-Élysees refloto las preguntas con el que comencé este post.
Voy a estar interesadísima de escuchar sus opiniones. ¿Qué piensan de las falsificaciones de carteras?