Se llamaba Arthur Capel pero le decían Boy y hoy es el bolso de los cien años de Chanel
Es señalada como la biografía fundamental sobre Chanel y yo llevaba tiempo buscándola, "Descubriendo a Coco" es el libro que Edmonde Charles-Roux escribió tres años después de la muerte de Chanel y que hace unos días lo encontré en uno de los puestos del Parque Rivadavia.
Las páginas relatan desde la niñez de Gabrielle Chanel y en tono descriptivo se sitúa al lector en época que por momentos se siente como una novela de Marcel Proust, aunque será cuando aparece en escena Boy Capel lo que me atrapó en esta historia.
Si bien el romance es conocido, rescatado en los últimos años por el film "Coco avant Chanel" y luego con las crónicas de prensa que se escribieron cuando Karl Lagerfeld convirtió su nombre en una cartera, el valor simbólico de la Boy Bag en el 2013 va más allá de la línea lanzada.
Si bien el romance es conocido, rescatado en los últimos años por el film "Coco avant Chanel" y luego con las crónicas de prensa que se escribieron cuando Karl Lagerfeld convirtió su nombre en una cartera, el valor simbólico de la Boy Bag en el 2013 va más allá de la línea lanzada.
Sabrán que este año se conmemoran los 100 años de la maison Chanel.
En "Descubriendo a Coco" se puede despejar de manera divina el por qué de la virtud icónica en utilizar el nombre del único amor de Chanel, representado ahora en una cartera.
Aún lejos de Paris, Coco conoce a Arthur Capel, al que llamaban Boy, cuando ella era la "querida" de Etienne Balsan, señor que la mantenía y que fue el primero en proveerle un piso para trabajar con sus sombreros, puntapié para dar a conocer lo hoy es el estilo de la mujer moderna.
"Tener una querida y mantenerla era aceptable, pero hacerla trabajar?"
Claro que por esa época, la "Belle époque" que Chanel llamó "Epoca atroz" - Gabrielle ya había conocido al sastre rural que le confeccionaba los trajes de corte masculino, sus pies calzaban zapatos de punta redondeada y su estilo la destacaba del resto, algo totalmente buscado para no ser confundida con una Cocotte.
Cuando el negocio de moda comenzó a crecer y ante a negativa de Balsan de abrirle su boutique, Boy Capel fue el hombre que la apoyaba y confiaba en su talento y también quien le prestó el dinero (que ella luego devolvió) para que Coco Chanel pudiera ver el toldo blanco con letras negras con su nombre en la 21 Rue Cambon, todo un signo de la maison francesa. Era 1913.
Por eso más que un homenaje a esta historia de amor, que el libro narra totalmente correspondido, me parece un proclamación de Karl Lagerfeld actualizar cien años después esta bella relación a través de su oficio de imponer modas y volverlos clásicos.
Todas las mujeres tenemos nuestra historia con la cartera. Vaya aquí entonces una proclamación al amor para celebrar los cien años de Chanel, a través de un objeto que nos identifica cada día, hoy contado por Karl Lagerfeld.