Libros: Los fotógrafos de moda y Anna Wintour en las "Memorias" de Grace Coddington
El libro autobiográfico de Grace Coddington está colmado de hermosos momentos que lejos están de poner a la moda en un altar sublime. Uno de los pasajes que más disfruté es el que muestra el perfil de Anna Wintour y las historias elegidas para caracterizar a los fotógrafos de moda.
Cuenta Grace que Anna Wintour se involucra con las historias que reflejarán los editoriales de moda y que le encanta que los fotógrafos la llamen para contar sus ideas, pero dice que es tanto el temor que despierta la directora artística de Conde Nast que ninguno se atreve a levantar el teléfono.
Bruce Weber se gana un capítulo para él solo. Señala a este fotógrafo como el responsable de su amor por la cultura americana, reflejada en la fotografía de moda de este director.
La parte de los rumores es genial. Sin tapujos Grace los pone en evidencia. De nuevo el entrelíneas la muestra en total armonía, respeto y admiración con Wintour, que como lectora me siento de su lado cuando leo apreciaciones típicamente machistas, como que Arthur Elgort asegura que el director editorial de Condé Nast, Alex Liberman, el encargado de inventar el puesto de directora creativa en Vogue para Anna, en verdad estaba "deslumbradísimo" por las piernas de la dama de hierro.
Otro de los fotógrafos de moda que se desquita con el carácter de este emblema de las directoras de moda es Richard Avedon. Para cuando esta futura ama y señora del fashion global llegó al Vogue, Avedon era la estrella. Su papel quedó relegado cuando la flamante directora eligió a Peter Lindbergh para presentarse en sociedad desde la portada, que consistía en retratar a la moda con una chaqueta de “precio exorbitante” de Christian Lacroix y un jean gastado de $50, anticipando la nueva actitud hacia la moda, una "mezcla democrática de lo elevado y lo ordinario”.
Richard Avedon quedó resentido por no ser elegido para dicha presentación y desde entonces lanza “insidias sobre Anna y su Vogue” y Grace toma partido al rematar a Avedon.
El fotógrafo se señala a si mismo como genial para componer fotografías de estilo sencillo, a lo que ella responde “nunca fue capaz de producir imágenes relajadas y espontáneas”.
Irving Peen es otro de los fotógrafos perfilados en este capitulo de “Memories” y lo resalta como “la posesión más preciada de la revista”. Dice que él recibia el trato que ningún otro fotógrafo logró por parte de Anna Wintour. Grace trabajó con Irving Penn pero no congeniaban demasiado en el modo en que ella caracterizaba a la fotografía de moda, sumado al “ritmo enloquecido que marcaba Anna”.
Dejaron de trabajar juntos y en cambio si pudo el fotógrafo hacer un gran equipo con Phyllis Posnick, la directora ejecutiva de la Vogue, llegando a ser ella su estilista favorita.
De total disfrute la lectura, el perfil de Anna como visionaria y emprendedora de la moda queda detallado en palabras de Grace Coddington. De cómo inventó al Fashion's Night Out para impulsar el consumo tras la recesión del 2009 a cómo logró retratar en la revista las historias luego del atentado terrorista a las Torres Gemelas.
Me dio escalofríos leer que al día siguiente del 11 de septiembre Anna Wintour llegó a las oficinas casi vacías de Vogue y dijo: “Tenemos que poner esta ciudad a funcionar de nuevo”.
Mandó a consultar quién estaba haciendo qué para ayudar en las calles de New York para comenzar a contar los relatos que integrarían el próximo número.
Claro que allí estaba Grace, lista para salir en una ciudad devastada, identificando la atmósfera que reconocería luego esa época. Esa en donde uno puede valerse de la moda para contar sucesos.
Si quedaste encantado con "The September Issue" te recomiendo la lectura de las "Memorias" de Grace Coddington, es ideal para entender porque en el mundo de la moda no todo es frívolo.
-> En el Pinterest de Bloc de Moda hay una pizarra dedicada a los fotógrafos de moda.