La moda y la mujer moderna según Chanel | Desfile en Dubai
Siempre contundente y de historias largas, los desfiles de Chanel cuentan un relato en el que se corporizan diversos estilos de mujeres, en movimiento y con inquietudes. Muchos de los signos con los que cuenta Karl Lagerfeld se renuevan en cada colección, esta vez su show en Dubai estuvo acorde al mercado oriental, los verdaderos consumidores del lujo actual.
"Una idea romántica, sin ningún toque folclórico, de un Oriente de mi imaginación del siglo XXI ", fue la descripción del hacedor de la maison francesa para el Resort 2015 a WWD, donde los tweeds, las transparencias y los metalizados fueron el eje tejido de coherencia entre las pasadas.
Si bien los looks se perciben bien intensos, por separado se fundamentan piezas que comprenden un guardarropa que resuelve. A la manera de Lagerfeld, se luce un trench como también un piloto, sin que ello implique convertir la pasarela en la calle.
Proporciones equilibradas y maquilladas en cortes certeros. La estética es precisa que se sostiene, entre dialógos de los códigos de la casa, con la actualización permanente del repertorio. A primera vista diluye la presencia de Coco Chanel pero una mirada más aguda entrena en las siluetas chaneleras.
En la pasarela, situada en Dubai, fueron 84 looks los que convocaron el manual de estilo de Chanel. El pantalón de chandal, la joggineta, fue impulsada en looks de vestir para la mujer moderna a la que inspiró Coco.
Alta decoración, grandes peinados, potente lente de sol y joyas que ofician de complemento de los looks. Chanel marca la silueta y se sube a este refresh del uso de los pantalones con faldas o un top largo por encima. Los vestidos son etéreos, el arte sigue impregnado en los prints y una armónica paleta de colores tonaliza la colección de entretiempo de una etiqueta que, en cualquier caso, sabe que el estilo perdura.
Los detalles son nutridos, entre las perlas de Chanel se mezclan algunas en tonos grises y carteras que van desde la más bonita con cadenas, de mano y hasta un modelo que evoca un bidón de petróleo, en honor a la fuente de riqueza de oriente, mientras los de occidentes miramos como kitsch el gesto.