Historias que reviven en la joyería de Maison Domecq
Buenos Aires tiene un circuito de talentosos creadores que nutren los guardarropas de aquellas mujeres inquietas que no se conforman con lo evidente de las vidrieras.
A veces es necesario mirar más allá de los lugares habituales para encontrar algo distinto e inesperado.
El showroom y taller de Maison Domecq está anclado en plena Av. Corrientes, espíritu Once, en uno de los departamentos con la esencia más absoluta de lo porteño. Aquí lo revivido se decora en joyería contemporánea y es Mayte Ossorio Domecq, una diseñadora industrial, la que se mueve entre herramientas y retazos de cueros que dan forma a sus joyas con certificación b "que significa que cuidas el medio ambiente", me dirá.
En esta etiqueta sustentable los cueros son donados, también se compran nuevos pero certificados sustentable y son cortados a mano. Un repertorio de collares, anillos, aros, tocados y pulseras son pintados o trabajados con apliques y entre lo más destacado de semejante trabajo artesanal es que el cuero no tiene defecto.
Las formas que van componiendo cada diseño pueden estar encastradas de formas inesperadas, como un collar con "tornillitos de anteojos que te permite que la pieza tenga movilidad, esa es mi parte de diseño industrial" me comenta Mayte Ossorio, mientras continúa mirando y trabajando recortes de cueros que serán collares y volarán a Francia.
En la mesa de trabajo de Mayte Ossorio Domecq
Las herramientas que colaboran en la construcción de las piezas joyeras
Cada pieza es cortada a mano
Los tornillos de lentes que permiten dar movilidad a cada círculo que forma el collar
Charol, el tono natural del cuero o pintados, cada pieza resulta de un retazo donado
Mixes de cueros conforman el repertorio sustentable en joyería contemporánea
Maison Domecq