"¿Nuevo hombre? A qué te refieres?", me dice el diseñador mexicano
Carlos Garciavelez cuando le pregunto sobre su visión del hombre actual cuando, en verdad, el transita esa noción de manera natural porque es parte de esa generación.
"El mundo se ha movido, el look es más relajado. Hay mucho menos traje y
corbata como noción de estar bien vestido. Mi trabajo está en las
maneras en que podemos explorar eso, en que las prendas tengan más
vocabulario, que digan más que solo un saco, comenta.
Desde el escenario de su presentación en Skylight Clarkson Sq,
durante la
semana de la moda masculina, en New York, hay prendas que
"te
puedes poner fácil", dirá Garciavelez, mientras se reconoce una noción del buen
gusto deportivo para mostrar buzos, impermeables, camperas y trajes,
pero con una vuelta chic.
La construcción de la prenda es la clave.
Carlos Garciavelez es
arquitecto y ese detalle en su curriculum hace que le preste mayor
atención:
"La construcción tiene una función", y señala la armonía entre
los tops y la parte de abajo de cada look.
La paleta de colores
enfatiza la idea de la colección:
"Verdigris" es el nombre y explora el
deterioro de la infraestructura de la ciudad y su corrosión. El tono
elegido es el mismo que tiene la Estatua de la Libertad y la intención
es mostrar esas tonalidades oxidadas en prendas que sean sencillas de
sacar.