MUSEO La moda en la era de la tecnología
Fashion Conservator: En esta sala se conservan los diseños expuestos en The Costume Institute
Si la moda es el reflejo de una época, la exposición "Manus x Machina: Fashion in an age of technology" resulta el gran retrato del momento actual.
La tecnología no solo revolucionó la manera de comunicarnos, sino la vida moderna y esta exhibición que ofreció el Metropolitan Museum de New York mostró, además de poner el foco en el impacto de la tecnología sobre la producción en la industria textil, que cada vez es más difícil distinguir la relación entre la mano del hombre y los métodos empleados con la máquina.
En "Manus x Machina: Fashion in an age of technology" hubo un diálogo animado entre vestidos que fueron dispuestos en The Costume Institute del MET por oposición de técnicas, no por períodos - como se esperaría en un museo, acaso para reforzar la idea de igualdad de estatus entre el hecho a mano y darle mayor entidad a la máquina.
La exposición explora estos dos equipos, realzando la belleza de cada uno. Sucede que al oficio artesanal se lo vincula con la exclusividad y la nostalgia por el pasado, también que esa confección fue pensada especialmente a la medida de alguien, mientras que a las máquinas se las asocia a la "democratización” de las ropas y producción masiva, sin sentimiento, gestos de los que la Couture busca diferenciarse.
Andrew Bolton fue el curador de esta majestuosa exposición, que ingresó en el ranking de las más visitadas del MET, y dispuso a lo largo de una galería a las prendas que se aprecian como obras de arte. Podría objetarse la falta de contexto histórico de cada pieza porque no estimuló el conocimiento del visitante ajeno al mundo de la moda, ya que la cotidianeidad que tenemos con la tecnología hace que se sienta como parte de nuestra vida desde siempre.
¿El público asistente tiene idea de quién es Iris Van Herpen, la diseñadora holandesa que revolucionó con tecnología 3D desde 2007 y sus diseños son obras que involucran el trabajo de científicos, ingenieros y arquitectos? O, por ejemplo, si sabrían cuál fue la importancia de la innovación técnica que, a través de los plisados, introdujo Mariano Fortuny a principios del siglo pasado o, yendo más atrás en el tiempo, dimensionarían el real impacto que tuvo el corte al bies by Madame Vionnet... Sin embargo, las piezas de diseñadores logran emocionar y cumplen en cimentar el impacto entre el oficio y la técnica de cada uno.
En un rincón se eleva la falda y la chaqueta bar con la silueta “New Look” de Christian Dior, original de 1947, junto al famoso vestido metalizado de Paco Rabanne, de la década del 70'. Para llegar a este recoveco fue necesario transitar por una vitrina que expone el vestido trapecio de la primera colección de Yves Saint Laurent para la maison Dior: L’ Elephant Blanc es un ejemplo de empleo de técnicas manuales y de máquina en una obra de Alta Costura made in 1958.
La exhibición de primavera del MET montó 90 vestidos donde el más antiguo es un abrigo de 1919 de Paul Poiret y los más recientes son looks de las colecciones Primavera / Verano 2016. Según explica Andrew Bolton, esta muestra levantada en el Instituto del Traje fue inspirada por el vestido de novia que cerró la colección Couture Otoño / Invierno 2014 de Chanel. Este diseño es el que abre “Manus x Machina” y con el que el visitante se topa en cuanto ingresa al ala “Robert Lehman” del museo e impone un respeto y silencio de misa.
¿Qué tiene este vestido de novia de impactante? Su confección demandó 450 horas de trabajo y 3 años de desarrollo. Es una síntesis de lo que la muestra busca iluminar: ensalza el trabajo a mano y el uso de la máquina. “Es un vestido de novia del Siglo XXI. Fue hecho con neoprene y con géneros totalmente sintéticos y bordado en un patrón pixelado, en una imagen generada con la computadora. Very chic, no?”, explica Karl Lagerfeld sobre la interacción entre manos artesanas y las tecnologías. “Para mi es una evolución natural. No veo otra opción”, resume el alma moderna de la maison Chanel que también expone el famoso traje de tweed que Coco Chanel lanzó en el período de 1963 a 1968 y luce junto a la misma idea de traje, pero del Couture 2015 que consigue dar el aspecto acolchado típico de la casa con impresión 3 D y bordado por los artesanos de Lesage. El valor de estos atuendos es 300.000 euros.
Las máquinas pueden deslumbrar al igual que el prestigio del hecho a mano, “Manus x Machina: La moda en la era de la tecnología” es una muestra reflexiva que enaltece la técnica y el oficio. Entroniza al talento y mente creativa que el diseñador le aporta a su oficio, sin importar si fue hecho a mano o para conseguirlo se haya valido de tecnologías.
Una versión de esta nota fue publicada en la edición de octubre de #Clase Ejecutiva, la revista del diario El Cronista.