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Mujeres Vestidas por Mujeres

Notas de Autor por Lorena Pérez

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Lali Espósito, la reina del pop latino


"Soy lo que ves”, asegura Lali Espósito en Soy, la canción que da nombre a su segundo disco, el mismo que fue presentado en el Teatro Ópera y que, en formato show, ya recorrió el interior del país y también llegará a Paraguay y Uruguay. En vivo, se muestra como un torbellino, un boom energético que derrocha carisma mientras baila y canta al tiempo que, detrás suyo, una pantalla proyecta imágenes de gran impacto, equiparable a los 10 cambios de vestuario que son acordes a ese idioma tan visual que resulta el mundo pop de Lali.

“No tengo que ser lo que quieren ver”, acentúa la idea de su esencia artística en Boomerang, el mismo tema musical que llevó a Perez Hilton, el afamado blogger estadounidense devenido en celebridad, a compararla con Katy Perry y proclamar la corona –desde su sitio– con un: “¡Es oficial! Lali es la actual reina del pop latino. Ella tiene un gran potencial”.

La carrera de esta artista de 24 años comenzó en la pantalla chica, a través de pequeños papeles en programas infantiles. Su consagración en el estrellato local llegó cuando fue parte de Casi ángeles, un producto típico de la factoría de Cris Morena, la creadora de éxitos televisivos para adolescentes. En la versión teatral del dramón juvenil que fuera emitido por Telefe, cada aparición de Lali generaba un griterío en la platea que opacaba a sus compañeros: China Suárez, Peter Lanzani, Nicolás Riera y Gastón Dalmau. Se hizo más que evidente: esa chica tenía futuro de hit.

Imágenes gentileza Lali Espósito

Rubia, castaña, morocha, lacia y hasta rulosa, Espósito experimentó con su cabello hasta llegar al nivel sofisticado que hoy la encuentra con la melena larga y ondas iluminadas. La boca roja, grandota, fue una de sus señas particulares cuando, dos años atrás, se presentó como solista en Bailar, una producción autogestionada que la mostró con referencias a Beyoncé, Jennifer López, Rihanna y Justin Timberlake. En el mercado local fue novedoso. Y le bastó para posicionarse como la primera argentina en aspirar al trono de las reinas del pop. El fichaje para la discográfica Sony no se hizo esperar. Tampoco su protagónico televisivo, con Esperanza mía y un romance con su partenaire Mariano Martínez que traspasó la pantalla de El 13 y copó varias tapas de las revistas del corazón. Además, sumó su nombre en las marquesinas de los cines con Permitidos, la comedia dirigida por Ariel Winograd.

Verborrágica y acelerada, esta cantautora tiene un grupo de seguidores de una fidelidad absoluta. Tan intensos resultan los Lalitas que Mario Pergolini, en su programa de radio en Vorterix, le consultó a Espósito cómo pudo acostumbrarse a ver constantemente gente en los lugares por donde circula, tanto profesional como personalmente. “No lo sufro porque, cuando estás bien, disfrutás todo. Lo vivo con alegría y con euforia. Está buenísimo lo que me pasa, pero no lo analizo porque trabajo todos los días para que me vaya cada vez mejor”, sentenciaba Lali, representante de su generación. Dicen que las de veintitantos vienen por todo... Y ella lo confirma.

En su estilo indumentario se evidencia la misma experimentación artística que la señala como genuina. Son looks colmados de detalles, lucidos por una mujer que, de por sí, contiene mucha información: una belleza natural, rasgos sensuales y curvas generosas, todo ensalzado por una actitud que hace pasar por alto algunos desaciertos de sus guardarropas.
Evangelina Bomparola suele ser una etiqueta que la viste, también Natalia Antolín y Ginebra. El resultado –en los últimos tiempos– siempre confirma que se está conociendo y va puliendo su vestidor de manera acertada - con la ayuda de Maru Venancio, su estilista-, como cuando recurre a una capelina para enmarcar su presencia.

Esta era de redes sociales visuales permite que las mujeres proyecten cómo quieren ser vistas. Lali Espósito tiene una imagen cada vez más impactante y, también, la astucia necesaria para darle al público aquello que no se le estaba ofreciendo: talento por sobre el Yo definido sólo por la apariencia.