El fin de los blogs de moda
La palabra "blog" es una de la más usadas en esta época, pero una de la menos discutida. En la actualidad, cualquier persona que comparta sensaciones o sponsoreos en Instagram es señalada como bloguera al momento de definir su quehacer.
Los blog nacieron a fines de los 90' como un espacio de autoexpresión y pensamiento independiente. Surgieron del esfuerzo individual y su época dorada terminó justo al momento en que los blogs de moda se presentaban en sociedad.
Los años 2005 y 2006 muestran el inicio de la primera camada que marcó un nuevo modo de comunicar la moda y que impactó y refrescó la forma de abordarla. También es cierto que esto que se inició como algo vistoso y que revelaba a alguien y su gusto por la moda, terminó por ser fundamental para la publicidad de las marcas.
Cualquiera, con o sin conocimiento, tuvo (y tiene) posibilidades de reclamar sus 5' minutos de visibilidad y es en ese momento en los que los fashion blogs dejan de existir. Sencillamente porque la esencia que los caracterizó fue la frescura y una idea personal muy marcada para compartir entre su comunidad, siendo que se convierten en espacios pagos, donde las campañas de marketing marcan la agenda de aquel gustoso de la moda. Y lo más importante, ese espacio ganado en el mundo del evento ha superado la vocación de calidad y profesionalización que requería la evolución propia de la plataforma.
Es una realidad que los blogs en Argentina llegaron tarde, tardísimo. El furor comenzó a gestarse entre el 2008 y 2010, justamente cuando aterrizaron las redes sociales para revolucionar la comunicación. Este segundo boom digital marcaba un nuevo formato, mucho menos trabajoso que un blog, con la superficialidad, el lenguaje inflacionario y de gacetilla como código para expresarse y siempre protagónica la sensación de la autora frente a la moda. Las redes sociales evolucionaron mas que los blogs en la cultura de internet, pero lo que dejaron los blogs es un modelo productivo en el tipo de escritura - en posts- que hoy vemos en los medios.
Lifestyle según Instagram (via Charlize Watches)
Estas líneas surgen luego de ser invitada a la clase de Redacción de Dora Becher en la escuela de producción de moda de Josefina Laurent. Allí comenté sobre lo valioso que me resultó, como periodista, contar con un blog, además de potenciarlo como borradores de ideas y disparador de investigaciones, con notas que luego terminaron publicadas en los medios tradicionales. También al leer el artículo en el que las periodistas de Vogue analizan Milan Fashion Week y mencionan a las blogueras: "En lugar de una celebración de cualquier estilo actual, todo parece ser sobre subir fotos y hacer el ridículo". Las voces no tardaron en reaccionar, pero no deja de ser una sentencia de todos los profesionales de la moda, que - muchas veces - la crítica los encuentra haciendo lo mismo que las Instagramers.
Claro que el trabajo que antes hacían las revistas de moda, ahora lo hace Instagram.
El escenario no es muy diferente a lo que sucede por estos lares.
La necesidad de pronto reconocimiento lleva a que se compren seguidores falsos y likes, tal como sucedió el mes pasado, y "los confusas" se aparezcan en cualquier presentación para instagramear el momento. Por eso retomo a la idea inicial y reforzar sobre el fin de la era del blog de moda como gestor de contenidos y una comunidad ganada por el boca a boca.
Los blogs que sobrevivieron mutaron y se convirtieron en otra cosa, adaptándose a las nuevas prácticas de consumo. El tema de los cambios es detectar donde nos encontramos ante ellos, no?