Historias tejidas: La ruta del diseño en hilado en Argentina
El nuevo diseño argentino encuentra otra representación con las creadoras que trabajan el hilado al momento de presentar una colección. Es lo nuevo y lo fresco en la moda local. Respetan su estilo y se acoplan a las tendencias, tienen claro su perfil de autoras equiparado con la faceta comercial para instalarse como referentes de diseño que también lanza sus colecciones con desfiles, viajan a vender a exposiciones en el exterior y en sus percheros siempre habitan ambas temporadas para satisfacer clientes que no solo tienen al argentino como visitante.
Las laneras ofrecen al guardarropa femenino un producto internacionalmente requerido por lo artesanal y por la mano de obra capacitada y especializada. En sus cimientos tiene a las tradiciones y culturas ancestrales como fuente de conocimiento y que esta nueva generación de diseñadoras retoma para convertirlo en moda.
Existen tejedoras como Mariela Allaix, Manuela Fernández y Florencia Llompart que se encargan de ofrecer ítems básicos generados en tejidos de punto, hasta una propuesta conceptual, como el de la cordobesa Jezabel. Ella parte de la técnica tradicional para experimentar sus posibilidades constructivas y traducirlas en prendas. El disparador de su emprendimiento, que la llevó a representar a Argentina en Londres durante la semana de la moda, fue su abuela, familiaridad que también comparte con otra de los referentes que toma a la lana como textil para vestir las siluetas, Noelia Vargas de Nev Tejidos. Impactada por la belleza con la que su abuela tejía equipos para combinar con la falda, capa y capelina cuando una salida se acercaba, ella decidió inmortalizar estos recuerdos agregando funcionalidad a estas puntadas. Así resultan tapados con cuellos que direccionan la mirada y gorritos de lana que denotan siluetas trabajadas sobre la cabeza del maniquí con la intención que no piquen o no despeinen a quien lo porte.
La tendencia de las laneras se legitima con Paula Ledesma. Esta diseñadora presenta sus colecciones en el calendario de la moda local y tiene su boutique anclada en medio de la zona hilandera de la ciudad, en la Avenida Scalabrini Ortiz, en Villa Crespo.
Paula Ledesma trabaja anticipando lo que será moda para marcas de producción masiva y esta labor convive en su universo de estructuras que levantan prendas tejidas cuyo valor está en las formas y las textura generadas con agujas.
La innovación de este nuevo movimiento de diseño consiste en que las tejedoras modernizan este textil rústico en novedosas soluciones de vestuario que consideran embellecer a la mujer actual: son prendas tejidas que contemplan sus curvas. Fue Agostina Bianchi quien dio el puntapié inicial en esto de poner moda a la lana. Sus percheros se alzan en el barrio de diseño de la ciudad, Palermo Viejo, y con la técnica artesanal presentó items legitimados por la moda de la calle, como trenchs tejidos y leggings pensadas para estilizar las piernas. Todo el repertorio de Agostina Bianchi apunta a productos de alta gama dados por los materiales que lo convierten en premium, como cashmere, angora y mohair y se enfila en la moda ética a la que aspira concientizar a sus clientas eligiendo diseños eco-friendly al momento de invertir en un guardarropa inteligente.
Otra de las propuestas laneras que ofrece el diseño argentino es la de Caro Sosa. Ella imprime romanticismo a sus tejidos en hilo de seda y saten. La diseñadora reconoce que las medidas gubernamentales de importación han afectado a su etiqueta ya que justamente en Argentina no se fabrican los materiales que ella emplea en el tejido a máquina, pero tal como se reconoce a los argentinos, de las crisis se renace. Luego de diecisiete años de tejer y destejer ideas, Caro Sosa comenzó a desarrollar los textiles.
La generación lanera se impone y fluye como opción de diseño que complementa a la propuesta de las marcas masivas y las nuevas referentes responden con ítems de edición limitada. Sus orígenes datan del 2001, cuando aparece la camada de diseñadores llamada "de autor" y en sus filas sobresalía Marcelo Senra, diseñador que desde sus inicios se caracterizó por renovar las culturas de diversas etnias mezclando en sus piezas la materia prima autóctonas del país con materiales nobles. También se actualizó el legado lanero con Garza Lobos, una marca que contó con la utilización de la tecnología de descerdado AM-2 implementada por el Ingeniero Oscar Adot, papá de Laurencio, y mostraron tejidos obtenidos de la lana de camélido, que hasta la aparición de esta dupla creativa integrada por Constanza von Niederhausern y Rubén Troilo, este proceso de producción sólo era de exportación.
Argentina es una de los principales productoras de fibras preciosas, a la vez que por primera vez el diseño de lana se profesionaliza con las tejedoras. Ellas están instaladas para modernizar los básicos del guardarropa femenino y asegurar una identidad a una industria que la requiere.
Artículo publicado en Revista Viva del diario Clarín
Imágenes: Campaña Paula Ledsma | Fotografías BdM tomadas en la fábrica Danfed
Imágenes: Campaña Paula Ledsma | Fotografías BdM tomadas en la fábrica Danfed