Victoria Ocampo y Coco Chanel, una muestra de moda
Villa Victoria recibe a las visitas con una sala de té, un jardín enorme y una casa de madera (que llegó en barco desde Inglaterra) y ahora alberga la muestra "Victoria y la moda".
Nada de clima aristocrático condicionan esas paredes, sino que se percibe una atmósfera moderna, de esas casas que demuestran que ahí se ha vivido bien, incluso los olores de la casona acompañan la idea de un hogar vivo. En el primer piso se mantiene el mobiliario original de su escritorio y habitación, más algunos de los recortes de empapelados en las paredes que Victoria Ocampo gustaba encargar a artistas.
Una pequeña habitación oficia de pura historia de la moda en el Siglo XX: Chanel, Jeanne Paquin, Charles Worth, Paul Poiret, Jacques Doucet son los nombres que decoran las paredes - con un pequeño perfil - de un improvisado closet, donde solo se expone una cartera de Violette Cornille, y dan cuenta de las firmas que vestía la escritora.
Los tomos de sus "Testimonios" son fundamentales para recrear su estilo, donde se destaca su relación con Coco Chanel: la modista francesa hacía y probaba los trajes a Victoria Ocampo. "Con talento auténtico le impuso a la moda el sesgo que la época reclamaba", dejó por escrito.
Otro de los extractos de los libros "Testimonios" exponen la modernidad del pensamiento de la editora de Revista Sur; nada de pretensiones acartonadas, más bien el trabajo por ser mujeres libres, en movimiento, que esperaban que la ropa reflejara y acompañara ese espíritu. Una proclamación que 100 años después la mujer independiente reclama y disfruta de la moda.
Victoria transgredió las convenciones de su época. Apeló a un vestir que tomaba estéticas de la moda internacional y ella le impregnaba el gesto local, por eso se dice que marcó la identidad del vestir en Argentina. Ella rodeaba la cabeza con pañuelos, llevaba pantalones, los lentes que usaba fueron diseñados por la óptica Lugene, ubicada en la Avenida Madison, que también tenía a Greta Garbo y a Joan Crawford como clientas en New York.
Chanel por Ocampo, una mujer hablando de otra mujer.
Los "Testimonios" de Victoria Ocampo dicen:
'Vio claro en cuanto a lo que la mujer de esos días, y de los nuestros, necesitaba: sencillez. Desde luego la sencillez acompañada por excelente calidad de materiales puede costar fortunas, pero también se logra elegancia sin fasto.'
'Admirable el empeño de Chanel en trabajar e independizarse de la tutela masculina. Admirable su talento costureril.'
'Coco Chanel derribó las vallas que encontró en un mercado, el de los trapos, celosamente defendido por dragones rivales.'
'Esto es lo positivo de ella, el tailleur que llevé puesto en las carreras de 1913, lo podría usar en 1946 sin parecer disfrazada. Esto es lo valedero del trabajo de Chanel, se la siga o no en nuestro momento: podía ponerse un tailleur después de 33 años sin que se notara. A mi me lo ha contado, que no quedaban descartados en los armarios de la mujer elegante esos trajes usados hacía años. En eso le dio a la moda una dimensión que ignoraron sus ilustres predecesores, Worth, Paquin, Doucet.'
'Cuando llegué a Paris, en los años 20, me encantaron los modelos, o el modelo Chanel. Al verla a ella uno comprendía que ese encanto dimanaba de su propia persona: el modelo era ella misma. Quien no ha visto un traje Chanel sobre el cuerpo de Chanel no ha visto un Chanel.'
Julián Martínez es otro de los secretos compartidos en esa habitación, justo al lado de una sala donde se ven cuadros de Victoria Ocampo manejando, toda una osadía para la época, un baño de ensueño y con vista al mar y otro cuarto donde la escritora argentina armó un microcine y escuchaba música: comenzó con música de cámara y terminó rendida al encanto de The Beatles.
"El hombre más buen mozo de la época", sentenció Manuel Mujica Láinez sobre Julián Martínez, primo de Mónaco Estrada, el marido de Victoria. Casamiento y viaje a Europa en barco: al llegar a destino, el matrimonio ya estaba terminado y de inmediato se enamoró del pariente: "Levanté los ojos y me encontré con los suyos. Caí en el fondo de esa mirada. Caí, desmayada. Un relámpago: el paisaje de la eternidad", escribió en su autobiografía.
El galán también era un Don Juan y quien conoció sus encantos fue Coco Chanel, según le contó su enamorado. Así lo explicó Victoria Ocampo:
"Fui a Chanel a encargarme dos trajes; Chanel había tenido relaciones con Julián en 1913 y yo había estado celosa, como de muchas otras mujeres, pero ahora ese sentimiento estaba amortiguado por mi alegria. Cuando conocí a Chanel, al año siguiente, me dijo, entre otras cosas, que no le gustaba tener relaciones con los hombres mas de dos o tres veces, porque después de eso se convertía en algo fastidioso; los hombres se ponian celosos, exigentes y ofrecían poca novedad. Le dije, ¿sabe que he estado muy celosa de usted? Me preguntó, ¿quien? y después agregó "¿Stravinsky?' Le dije: Oh, no! y hablamos de otra cosa."
Villa Victoria Ocampo está ubicada en Matheu 1851, Mar del Plata, y se visita por las tardes.
El valor de la entrada es $50 (hay visitas guiadas).
Aquí para chequear la programación de ciclos musicales, espectáculos y conferencias en la web de esta residencia, que pertenece a la Municipalidad de General Pueyrredón.