Entre la elegancia de Givenchy y la tradición de Savile Row
El primer beso fue en las escalinatas del castillo de Windsor, tal como indica la tradición, fuera del lugar sagrado... La actriz estadounidense Meghan Markle y el Príncipe Harry, ahora los duques de Sussex, se casaron esta mañana en la capilla St. George del Castillo de Windsor y las historias de sus vestuarios retratan los orígenes y tradiciones de la moda.
La diseñadora Clare Waight Keller, directora creativa de Givenchy, fue la mujer que se ocupó de vestir a Meghan Markle, elegida por la estética atemporal, elegante y sastrería impecable, según comunicó el sitio de la familia real, el Kensington Palace.
"Queríamos crear una pieza atemporal que enfatizara los códigos icónicos de Givenchy a lo largo de su historia, y que transmitiera modernidad a través de líneas elegantes y cortes nítidos. Como diseñadora británica en una casa de Alta Costura parisina, y en nombre de todos nosotros en Givenchy, que hemos podido experimentar un proceso tan extraordinario de creatividad, estoy extremadamente orgullosa de lo que hemos logrado y agradecida a Meghan", dijo Clare Waight Keller.
"La Sra. Markle también quiso destacar el éxito de un talento británico líder que se ha desempeñado como jefa creativo de tres casas de moda de influencia mundial: Pringle of Scotland, Chloé y ahora Givenchy", remarca el comunicado de prensa sobre el vestido de novia de Megan.
Sobre el vestido que Clare Waight Keller diseñó para la novia:
"El enfoque del vestido es el escote gráfico de bateau abierta que enmarca los hombros y enfatiza la esbelta cintura esculpida. Las líneas del vestido se extienden hacia la parte posterior donde fluye en suaves pliegues redondos, contenidos por una enagua en triple organza de seda. Las finas mangas de tres cuartos agregan una nota de refinada modernidad."
El Príncipe Harry y su hermano William, el Duque de Cambridge, usaron el uniforme de levita de los Blues and Royals, confeccionado a medida por Dege & Skinner, la sastrería militar establecida en 1865 en Savile Row y encargada de vestir a la armada británica.
Megan Markle pidió que los 53 países de la Commonwealth estén representados en su vestido de novia. Así, el velo de tul de seda - que midió 5 metros de largo - fue bordado con las flores que distinguen a cada país de la Commonwealth.
En 1883, Queen Mary, la abuela de la reina Elizabeth II, recibió la tiara por su matrimonio con George V. 135 años después, Meghan la lució en la boda con el Príncipe Harry.
The Duke and Duchess of Sussex gather with their family and friends outside the Chapel, and are greeted by 200 guests involved with organisations closely associated with the couple #RoyalWedding pic.twitter.com/b8vHcgq979— Kensington Palace (@KensingtonRoyal) 19 de mayo de 2018
Imágenes: Getty, Royal UK