Los inicios del zapato de autor en Argentina
La joven historia de diseño argentino rememora los inicios de Palermo Viejo como barrio en el que se convocó a la camada 'de autor': los diseñadores adoptaron este espacio para comenzar una nueva página en la moda argentina. Esta etapa tuvo espacio a fines de la década de 1990 y se consolidó hacia 2003, tras la crisis económica y social de 2001.
Aquí un repaso por las diseñadoras de zapatos:
Para entender este período corresponde mirar el recorrido previo. En 1989 fue fundada la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil en la FADU UBA. La primera mitad de los 90’s encontró a los flamantes diseñadores y alumnos aún buscando su lugar en las empresas textiles y creando también sus propias etiquetas. Palermo Viejo aún no era una zona comercial atractiva sino un barrio cuya vida social la aportaron los bares que estaban en los alrededores de la Plaza Serrano. Fue justamente en esta placita donde los fines de semana se armaron ferias; los nuevos creadores llevaron sus diseños realizados según una mirada propia y sin copiar a las marcas internacionales.
Luz Príncipe levantó bandera así en el barrio, antes de ser señalado como el Soho porteño, en sintonía a la refundada área sur de Manhattan devenida en distrito de lo nuevo. Luz Príncipe había intervenido un par de ojotas con piedras y bordados para uso personal. Tal el impacto que comenzó a levantar pedidos entre amigas, así se decidió a armar una pequeña colección para comercializar en las ferias de Palermo. Era 1999. Ese mismo año también fue el elegido por Valeria Leik para hacer base en el barrio. En la esquina de El Salvador y Armenia, Valeria armó la tienda, levantó la fábrica y abrió su oficina. En ese entonces, “las Leiks” ya eran sinónimo de zapatos de moda. Pero con los cacerolazos de 2001 decidió cerrar el local y concentrarse en su maternidad.
Los diseños atemporales y sofisticados de Josefina Ferroni hicieron ancla en la zona en 2002. Antes de abrir su tienda en la calle Armenia, Ferroni vendía sus zapatos en las marcas que estaban en el barrio, como María Cher. Así fue como la diseñadora construyó su marca y hasta tuvo su propia fábrica: Ferroni absorbió la época dorada de Palermo Viejo, entre 2003 y 2008.
Hoy Josefina se mantiene en el barrio, Luz abrió una tienda en microcentro, en Paraguay y Esmeralda, y Valeria Leik mantiene dos modelos, las botas que popularizaron su nombre se consigue en la temporada otoño / invierno y zuecos para la primavera / verano.
Tres mujeres ejerciendo un oficio vinculado al hombre fueron la piedra fundante para el concepto de zapatos de diseño en la moda argentina. La tecnología modificó el consumo y la comunicación, por lo que en un click es posible recrear esta escena sin la necesidad de señalar un barrio para encontrar calzados que no se rigen por las tendencias de temporada.
* Nota publicada en el catálogo Efica 2020