¡Zapatos! Una apuesta en cuarentena
Cuando Javier y Diego se quedaron con uno de los hermosos locales del pasaje Rue des Artisans, no imaginaron que iban a demorar un año para inaugurar la tienda de Cruz Esquivel.
El 2020 fue uno de los años más duros para el mercado de la moda local, que ya llevaba tiempo de crudeza, pero la conversión digital para marcas y diseñadores más pequeños resultó en una solución ante la pandemia del covid-19 que pudo mantener a salvo proyectos, que sin políticas ni apoyo a la industria se hacía más pesado de transitar.
Aquí el caso de Cruz Esquivel. Javier y Diego focalizaron en la tienda digital, lo que les permitió ampliarse al interior del país e ingresar al mercado de Estados Unidos. Cruz Esquivel nació en 2015 con la premisa de poner en valor el oficio del zapatero y apostar a la calidad para conquistar a una clientela fiel: mujer que compra, mujer que vuelve, pensaron.
Zapatos para estar en casa
Con la colección en marcha y el mundo en pausa, los mocasines de gamuza se convirtieron en el hit de la cuarentena, pues la suavidad del material invita al chancleteo sin deformarlo.
Un repertorio de clásicos
Artesanales, atemporales, en Cruz Esquivel hay un repertorio sustancioso para armar un guardarropa básico de zapatos. Son clásicos con el twist actual y de tendencia, maquillados en una paleta vibrante y tonos neutros en cueros nacionales e importados. Mules y sandalias chatas o con tacos, zapatos de salón y varios modelos para andar cómodas.
Las cuatro estaciones están contempladas en el primer piso de este pasaje que rememora un pedacito de Paris en Buenos Aires, en Arenales 1239, y también en la tienda online, donde hay un tutorial para medirse el pie y calcular exacto el número.
Imágenes: Gentileza Cruz Esquivel