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Mujeres Vestidas por Mujeres

Notas de Autor por Lorena Pérez

Bloc de Moda es un medio digital ​pionero en latam, f​undado en 2006. ​La noción de Bloc como apuntes para contar historias en un gran reportaje online. ​En BdM la cultura ​e​s vista a través del ​lente del estilo, las artes y la moda. ¡Bienvenidos!

La agenda de sostenibilidad 2025: De Chanel a Miu Miu Upcycled

 

La noticia del día es que Chanel nombró a Sophie Brocart, hasta ahora directora ejecutiva de Patou, entre otros roles en LVMH, a cargo de una nueva entidad destinada a la circularidad. “Emocionada y honrada de unirme en 2025 a una nueva entidad independiente dedicada a la circularidad creada por iniciativa de Chanel”, publicó Sophie Brocart en su cuenta de Instagram luego de que WWD confirmara su aterrizaje a las filas de Chanel para seguir profundizando el enfoque en sostenibilidad de la maison francesa. 

El compromiso está aunque se mantiene silencioso. Además de redactar sus objetivos en Chanel Mission 1.5 en el año 2020, en 2021 nombró a Kate Wylie como directora global de sostenibilidad y previamente, en 2019, fundó Atelier des Matières, una empresa que recicla los materiales no utilizados y los productos terminados no vendidos del mundo de la moda. 
 


Seguimos participando del proceso de la agenda de sostenibilidad y expectantes sobre el hacer del mercado de lujo, que a la vez son importantes como marcadores de las tendencias y formadores de hábitos. En esta sintonía, me parece interesante resaltar cómo sigue el proyecto Miu Miu Upcycled ya que quien será nombrado el sucesor del grupo Prada hace especial enfasis en esta problemática. 
 
La cosa es así, en 2020 la etiqueta fundada por Miuccia Prada recolectó diseños de tiendas vintage y segunda mano de todo el mundo y las re-elaboró en una colección de 80 vestidos que pertenecen a las décadas del 30 a los años 80. La llamó Miu Miu Upcycled. Los diseños conservan la memoria de su producción original pero luego de ser rescatadas para este proyecto fueron rediseñadas y terminadas a mano con bordados y adornos propios de Miu Miu. El resultado es este: 



Miu Miu Upcycled se fue ampliando y en 2021 trazó alianza con Levi’s para lanzar una selección dedicada al denim vintage. Al año siguiente lo abrieron a chaquetas de cuero y en 2024 presentaron bolsos. Para el caso, en este proyecto está involucrado quien será el sucesor de Miuccia Prada y Patrizio Bertelli en el Prada Group. Se trata de Lorenzo Bertelli, el hijo mayor del matrimonio, quien se desempeña como director de marketing, está a cargo de la responsabilidad social corporativa y también es director ejecutivo de la empresa familiar italiana. Según dicen, Lorenzo tiene un rol fundamental en el rendimiento de la empresa y de hecho, las ventas y números favorables del tercer trimestre fueron gracias a Miu Miu, que además se mantuvo como número uno entre las marcas más populares, según el ranking desarrollado por Lyst.


imágenes: Miu Miu

En los archivos de Martín Churba: Un dress, la colección diseñada por Andrés Baño para Tramando

 

“Me acuerdo de estar mirando el desfile de Andrés Baño en Plaza Francia y dos chicas se besaron en la pasarela. Había chaquetas de cuero pintadas y dije, guau! esto es lo que quiero hacer. No sabía qué era pero yo veía un escenario, la música vinculada a lo visual, a la moda y me dije que quería ser diseñador justamente mirando la puesta de Andrés”, me dijo en 2017 Martín Churba

El relato del hacedor de Tramando pertenece al año 1989, en el marco de la Primera Bienal de Arte Joven. Tramando y su filosofía textil aún no existía, pero desde ese momento Churba comenzó el entramado para construir una fábrica de diseño con la misma dinámica acá como en Japón. Que en 2006 Martín Churba convoque a Andrés Baño para que hiciera la colección de Tramando da cuenta de cómo las ideas perviven y maduran en la mentalidad cultural del diseñador. 

Hace dos días, por Instagram, Churba anunció el cierre total de Tramando. El final será el 29 de diciembre. En tanto, cantidad de colecciones, referencias y desfiles de Tramando despiertan los recuerdos y acá va uno: Un Dress, la colección otoño invierno 2006 diseñada por Andrés Baño para Tramando. “Es un gran vestidor de mujeres”, me dijo Churba. Aquí uno de esos vestidos con la artesanía y silueta característica de Andrés, que está en custodia en Fundación IDA.

Marcha del Orgullo LGTBIQ+ | QAOS QUEER, moda sin distinción de género

 

A horas de la Marcha del Orgullo de la Ciudad de Buenos Aires, la primera en el marco de la gestión de Javier Milei, presidente contrario al respeto hacia los derechos y cercano a los discursos de odio. La 33º Marcha del Orgullo Argentina 2024 iniciará este sábado a las 10 de la mañana y contará con un escenario en Plaza de Mayo y otro en la Plaza del Congreso unidos por carrozas y baile por la avenida de Mayo y el cierre a cargo de Valeria Lynch
 
En este contexto, volvemos a reseñar a Qaos Queer, la etiqueta de la diseñadora Felicitas Quispe, egresada de la universidad pública. Qaos Queer nació en la marcha del Orgullo del 2016, allí la diseñadora realizó una intervención con prototipos que había presentado en la FADU. "La indumentaria es una forma de pensar la diversidad, es por eso que QAOS está pensado para dar lugares a expresiones de género, identidades, formas de comunicar que no se adecúan a la normativa de nuestra sociedad”, dice. 




Así, las piezas de diseño de Qaos Queer visibilizan la lucha. Pasen y compren en Instagram de la marca. "Lo queer forma mi identidad y yo elijo visibilizarlo a través de la moda." 


"Qaos Queer es una marca para todas aquellas personas que quieran visibilizar su identidad y orgullo a través de la indumentaria. Propongo prendas sin "distinción de género’’, que es la etiqueta que hasta ahora creo que mejor se adapta a mi forma de pensar y lo que propongo con la marca. No creo que la ropa sea "sin género’’, ya que el género es una construcción social, por eso al decir sin distinción de género creo que abarca la idea de que cualquier persona con el género con el que se autopercibe pueda vestir esa ropa.”

Mujeres Vestidas por Mujeres: Rachel Scott de Diotima es la diseñadora del año en los CFDA Fashion Awards

 

Rachel Scott impulsa la moda a través del lenguaje en su marca Diotima. Ella dice que le interesan las cosas y para mantenerse en contacto toma el diseño de moda como parte de una unidad que conecta lo intelectual, la estética y el cuerpo. De ahí que busque en la literatura y sus corrientes el entramado con la cultura y la creatividad para usarlo como ideas. La famosa inspiración. El resultado es una sastrería de lujo y artesanal que desarrolla con artesanos de Jamaica y luego finaliza el proceso en New York, la ciudad donde está asentada. 
 
Diotima tiene arquetipos interesantes que recorren el lenguaje de la moda: puede ser elegante y también sensual sin dejar de mostrarse real, pues no hay algo artificial. En sus siluetas hay algo fluido y también de ajuste, Rachel Scott sabe de qué va vestir a una mujer. 
 

Rachel Scott antes de fundar Diotima en 2021 trabajó en Costume National, en Milán, y con Rachel Comey en New York. Con Diotima empezó a mostrar sus colecciones en 2022 en Nueva York. Ya en 2023 fue finalista del LVMH Prize y además ganó el galardón de Diseñadora Emergente del Año por parte del CFDA. La noticia del día la señala como la flamante ganadora del 2024 CFDA Fashion Awards - el Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos - como American Womenswear Designer of the Year.


imágenes: Gentileza Diotima

Activating the Archive: La moda deportiva de Balenciaga por Nicolas Ghesquière en 2003


Primeros años del 2000, colección de primavera verano de Balenciaga. Ya lejos del ideario de trajes espaciales y transitando el futuro, Nicolas Ghesquière invocó a la moda deportiva, adelantando por demás los modos del vestir de la década de 2010. 
 
La silueta reconocible de Nicolas Ghesquière mostrada en la pasarela de París Fashion Week: el cuerpo es corto y esculpido al torso, las curvas se trazan con la magia técnica más el talento del diseñador para transformar las referencias de deportes como el buceo, el surf y el béisbol en un vestuario urbano sofisticado en modo collage.

Nicolas Ghesquière es el diseñador que reinventa las casas tradicionales. En Balenciaga pasó 15 años (1997 / 2012) mientras que hoy sigue al frente de la línea femenina de Louis Vuitton. Tiene que pasar el tiempo, pero es momento de confirmar que Ghesquière es de los poquísimos diseñadores que tienen su propia silueta y el que menos se dedica a reformular referencias del pasado. Sus colecciones muestran cómo se viste la mujer en movimiento y lo  sostiene con conocimiento al conectar la historia y los temas del presente para hacer moda.



El top fue estrenado en la serie Sex and the City, lucido por Carrie Braddshaw

Imagen vía Shoot Digital

Mujeres vestidas por mujeres: El guardarropa inteligente de Toteme


Toteme es de los proyectos que responden al guardarropa de la mujer en movimiento con prendas sencillas: en sus colecciones todo es lindo. Hay vestidos bellos, faldas bonitas, buenos abrigos, zapatos de aspecto sofisticado. Observar y pensar cómo viven y sienten las mujeres y de ahí proponer prendas parece lo más cercano a cómo componer un hit. Parece fácil pero no es tan sencillo. Toteme por momentos deja la impresión que falta algo, pero cuando nos ponemos al tanto que Elin Kling es quien está detrás de la marca, entendemos. Se llama estilo y no se consigue mirando una pasarela o siguiendo la tendencia.

Dentro de la historia editorial de la moda, Elin Kling será recordada por varias cosas, el puntapié es su blog Style by donde, sin extravagancias, desarrolló un estilo que la distinguía de la escena virtual signada por la adicción a los flashes en el momento de inicio del auge de los 5 minutos de fama que aseguraba el ecosistema digital. Dentro de los blogs de estilo, Elin Kling anticipó el guardarropa que hoy celebramos. Mucha actitud para llevar básicos que en alguna época tuvieron su momento disruptivo. También fue la primera en trazar alianzas con la industria y el retail. Así llegó a tener su cápsula Elin Klim por H&M en 2011 y al año siguiente con Guess by Marciano. En 2013 fundó “Now Manifest”, un sitio web que agrupó distintos blogs (Bryanboy.com, Fashiontoast de Rumi Neely, Style Bubble de Susie Bubble, Derek Blasberg y Anna dello Russo) bajo el paraguas de Condé Nast, editorial a la que Elin Kling le vendió el modelo de negocio. Los sitios personales cruzaban tráfico y ofrecían un paquete publicitario en común que se potenciaba en los distintos perfiles. Entre sus clientes figuraron Balenciaga, Marc Jacobs y Net-a-Pôrter. Aunque vendió esta plataforma, en 2015 Condé Nast decidió discontinuarla, pero Kling mantuvo Style by y abrió The Wall para compartir looks y en 2014 fundó Toteme junto a su pareja Karl Lindman e hicieron base en New York. 

Toteme es un espejo de la imagen personal de ella. Su estilo requiere un minimalismo inteligente y así quedó demostrado en su desfile en la Semana de la Moda de New York Primavera Verano 2025. De pasarela usó al rascacielo Solow building y en una paleta que va del blanco al negro y salpica con gris y nudes pasaron los clásicos de todos los armarios pero con un twist: la polera se convierte en capa, como el blazer y algunas piezas se hacen transparentes. Estas transparencias danzan con la caída en pantalones que abrazan las piernas o faldas que las sujetan donde lo más descontracturado resultó un vestido camisera a rayas y cerrado cada look con estricta panty negra y zapatos planos sin puntera.


imágenes: Gentileza Toteme

La moda como espacio para disputas y fantasías

  Por Candela Abril Rodríguez | Editora ¡Una pizca de azúcar! 

Ediciones Ampersand realiza, desde hace cinco años, una actividad dedicada a establecer una conversación acerca de su colección de moda dirigida por Marcelo Marino, única en el país. Las primeras Jornadas de Moda de la editorial fueron sobre Periodismo de Moda y tuvieron lugar en 2019, en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires –MALBA–. Las segundas, sobre moda argentina, se llevaron adelante en 2023, en el Museo Nacional de Arte Decorativo –MNAD–. La última edición, del 16 y 17 de octubre, repitió locación, pero no el eje articulador de las charlas. Libertad, palabra que hoy funciona como un significante vacío en que cualquiera deposita el significado que desea. Esa misma palabra es la que ordenó las terceras Jornadas de Moda de la editorial, en colaboración con L’Officiel. Además, cada uno de los expositores manifestó a su manera –y desde sus respectivas disciplinas– en las charlas, una fuerte preocupación por el ataque directo a la cultura y a la moda, mediante el cierre del Museo Nacional de la Historia del Traje
 
“La libertad en discusión” fue el tema de las jornadas. Y, aunque no parezca casualidad el hecho de que, en un momento tan crudo para hablar de libertades, Ampersand lo eligiera; lo cierto es que, un poco, lo fue. La editorial había pensado analizar esta palabra antes de que, como resultado de un profundo cambio y trastocamiento del imaginario respecto de los elementos fundantes –como el orgullo por la educación y la salud pública, y la cultura que nos enaltece a nivel internacional, por mencionar algún ejemplo– de una sociedad argentina que, con ciertas inquietudes sin resolver y una propuesta proveniente del poder político que se decía novedosa y superadora, se pusiera en discusión su verdadero significado. Debates que parecían estar saldados, en realidad no lo están. Palabras que creíamos que se encontraban lo suficientemente integradas en la memoria colectiva de los argentinos, de repente tienen significados increíblemente volátiles y fácilmente intercambiables. Entonces, parece casi obra del destino el hecho de que la discusión discurriera en torno a esta palabra, pese a que la editorial Ampersand la propuso como eje de las charlas previo al año que corre. 


Pero ¿por qué importa tanto conversar acerca de la libertad? ¿Por qué resulta necesario debatir y llegar a un acuerdo respecto de cuestiones que, hace no tanto tiempo, pensábamos que estaban resueltas? Estas inquietudes reinaron en las Jornadas de Moda 2024. Un brevísimo repaso de lo que está sucediendo hoy en Argentina, podría verse más o menos así: desfinanciamiento de las universidades públicas, cierre de espacios clave para la producción de cultura y censura a las opiniones disidentes. Todo esto en una época de trolls en que la discusión respetuosa y consciente parece no encontrar lugar para siquiera nacer. Menos aún, para prosperar. Una época en que el poder, abyecto, mezquino y egoísta, tiene más fuerza que nunca, porque los mismos ciudadanos, en una rencorosa rivalidad y con una aparentemente infinita falta de empatía, le allanamos el camino para que así sea. Pero donde hay poder, hay resistencia. El diálogo que se generó los días 16 y 17 de octubre en el MALBA da cuenta de esto. 
 
En este complejo entramado, la moda no es para nada ajena. Atraviesa nuestras vidas, en tanto que seres humanos que se visten, en el marco de un sistema al que no se le escapa ninguno de nuestros movimientos. Alcanza, desde aquellos amantes de la moda en sus elecciones estilísticas, hasta a quienes reniegan de la misma y rehúsan participar del circuito, alegando ir contracorriente. Sorpresa: la moda como sistema nos incluye a todos, queramos o no, y dice mucho de nosotros. Puede contar cómo es nuestra personalidad o cuál es nuestro nivel socioeconómico, como poco. 


En un mundo en que la moda cumple un rol tan fundamental –¿acaso no vivimos en una sociedad de gente vestida?–, y en un contexto en que quienes llevan la batuta del país quieren hacernos creer que no sirve de nada estudiarla, la resistencia reside en que estos espacios de debate, que son vitales, den lucha, existan de todas formas y a como dé lugar. 

 
La moda, lejos de ser banal o de carecer de importancia, tiene que ver con la creatividad inherente al ser humano. En ese sentido, la socióloga Daniela Lucena, quien participó en la segunda mesa del miércoles 16, dijo algo así: “La creatividad debe ser vista como un espacio para trastocar lo dado, para poner a disposición otras versiones de la realidad”. Como propusieron Camila Milessi y Emiliano Blanco de Kostüme en la misma charla, esta creatividad se activa en el uso del espacio público, en las universidades –los diseñadores fueron alumnos de la UBA–, en el recorrer la calle. Como ciudadanos, al contrario de la bastante popular y contemporánea opinión que dictamina que no debemos involucrarnos en política, tenemos el deber de encargarnos de los asuntos de la polis –‘politiká’ como ‘asuntos de las ciudades’–. La transformación y la mejora de nuestras condiciones de vida en sociedad, surgen en la forma de la resistencia a estos poderes que nos constriñen. 
 
¿Nos están robando esta posibilidad, esencial para el ser humano, de ser creativos? ¿Estamos siendo privados de ser partícipes, consumidores y productores de la cultura viva que siempre debimos defender? El segundo día de las Jornadas de Moda se desarrolló en una biblioteca llena y con una mesa compuesta por sociólogas, periodistas e influenciadoras de moda. A quienes asistimos nos recibió la siguiente imagen: carteles pintados a mano con frases como “No al cierre del Museo del Traje” y “Yo apoyo al Museo del Traje”. De nuevo, el elemento político del que es imposible escapar. Incluso para los que se autoproclaman ‘apolíticos’, cualidad imposible de conseguir –¿acaso no tomamos una posición, incluso cuando negamos rotundamente hacerlo?–. La toma de posición y la exposición de la opinión –formada– frente a un otro –en este caso, frente a una sala llena–, es todo un acontecimiento en una época en que, casi como si hubiéramos retrocedido 40 años, se corre el riesgo de ser silenciado y, en el mejor de los casos, sólo eso. Los oradores, tanto de la primera fecha como de la segunda, decidieron correr el riesgo. 

“La importancia del afuera es que nos fuerza a pensar y el cierre de un museo nos fuerza a pensar, a ponernos en movimiento, tanto en el pensamiento como en la acción”, dijo la socióloga Gisela Laboureau. 


Contestataria, redobló la apuesta de Spinoza, quien se pregunta por lo que puede un cuerpo, y pensó en lo que puede un cuerpo vestido; y, más aún, un cuerpo vestido a la moda. ¿Dicen algo nuestros cuerpos? Sí, ¿pero qué? Según Laboureau, nuestros cuerpos hablan, aunque no vengan de la palabra hablada. Entonces, resulta esencial preguntarse qué tienen para decirnos. “Las preguntas que podemos hacerle a nuestro cuerpo vestido conforman un glosario del cuerpo”, sostuvo la socióloga. A través de nuestros cuerpos vestidos, mediante las creaciones de la moda, podemos conocer nuestra cultura. Aquí se vislumbran varios caminos posibles: hay un lugar para la coacción, otro para el disciplinamiento de los cuerpos y para la distinción social. Pero también hay un lugar especialmente reservado para la fantasía. Siguiendo la idea de la socióloga que expuso en la biblioteca del museo, la moda –además de funcionar como lenguaje– es una fantasía portátil cargada de valor afectivo y simbólico que, como si lo anterior fuese poco, representa un lugar donde la resistencia se permite ser. 
 

En el hecho artístico y cultural en general, y en la escritura, la investigación, el diseño y el estudio de la moda en particular, hay un dislocamiento de las relaciones de poder y, también, un espacio para respirar. En esos actos hay una resistencia al omnipresente poder que se esconde silenciosamente –aunque hoy parezca hacer más ruido que nunca– en las rendijas de la sociedad y ataca sin remordimiento alguno. “La cultura está viva porque diseñamos, pensamos para nuestros congéneres y nuestras situaciones, pero todo eso lo hacemos, comunicamos y compartimos todos los días –dijo Camila Milessi, diseñadora de Kostüme–. Le ponemos la vida a esto, así que no demos por sentado nada, porque es muy fácil destruir. Entonces, tenemos que hacer que las cosas duren, que crezcan y que la gente tenga esperanzas para hacer más”. Además, Milessi plantó una potente reflexión en las cabezas de quienes estábamos allí: “Si todo es tan fácil y de un día para el otro lo construido deja de existir, pierde sentido. Y si deja de existir, lo vamos a volver a hacer”. 
 
Del encuentro organizado por Ediciones Ampersand, podrían surgir algunas reflexiones –o, al menos, ¿una suerte de moraleja?– y algunas líneas de acción. Ahora, nos toca continuar con la tarea de cuidar y mantener viva a la cultura. No podemos dar por hechas las cosas que supimos conquistar –llámense derechos o museos–, porque estas no son indisolubles. Hoy están, pero mañana podrían desaparecer. Es un deber ciudadano ejercitar el pensamiento crítico, el debate y la memoria. “Tener una mirada crítica sobre un mundo que nunca es el único posible”, dijo el diseñador Pablo Ramírez en la mesa en que participó junto con Camila Milessi. También, resulta una obligación el posicionarse y actuar frente a los ataques que, con tan poca vergüenza, lanzan las esferas que más poder tienen para marcar el rumbo de nuestras vidas. Nuestras historias y nuestros destinos. Pero no el destino de los individuos, sino de una nación entera –porque nos desempeñamos individual y colectivamente, en un contexto del que no es posible escapar–. En medio de embestidas sin precedente a todo sector que no represente una ganancia instantánea para el Estado –desde luego, en forma de dinero y no de capital cultural, simbólico o de cualquier otro tipo–, es necesario ejercer la mirada crítica y fomentar los espacios de debate respetuoso para generar nuevos acuerdos que resistan a los diferentes poderes de turno. Y mantener la fantasía. La fantasía como terreno fértil para la resistencia que debemos dar.

El cambio de la silueta


Coleccionista de cosas, así puedo definir mi archivo variado y conservado porque para algo me va a servir o quizás algo me está diciendo. En este rumbo, desde que Phoebe Philo puso a disposición sus diseños presentados en cápsulas y distribuidas por mail, los conservo. No tengo la ropa, pero si la información y la visual que se repite da pistas para avalar lo que estoy viendo: el cambio de la silueta. 

 

Después de una movilizante década de 2010 finalizada con el reinado de la moda urbana y liderada por Demna Gvasalia y Balenciaga, en la pandemia hemos visto todo tipo de vaticinios. El propio diario New York Times, en el lapso de un mes, anunció que viviríamos en joggineta y luego se retractó para avisar que la joggineta no era para siempre… es que había comenzado la semana de la moda de New York y los diseñadores mostraron ideas bellas, por lo que las prendas híbridas que pensamos solucionarían el vestir ya se había ido a la lista de promesas a olvidar. Nicolas Ghesquière, en charla en vivo por Youtube en 2020 junto a Anna Wintour y Vanessa Friedman, dijo que "antes de la pandemia el sportswear era parte de la rutina. Ahora el deseo de elevar y sofisticar el guardarropa es real. La ropa extremadamente cómoda y la vestimenta informal ya fue."


En tanto Pierpaolo Piccioli comentó en Zoom, con la revista Vogue como host, que se avecinaban tiempos para soñar y brillar y así pensaba su retorno con Valentino a Paris. En fin. Llegaron los brillos y los turnos en demasía para los modistos y diseñadores que se dedican a los vestidos a medida. Pero para saber por qué será recordada una década, hay que esperar un par de años. Y acá retomo con Phoebe Philo, la gran gestora del guardarropa moderno. Ese ida, sin vuelta, de mails repite una silueta, que en verdad es omnipresente pero aún no se vislumbra como oráculo. 


La silueta está cambiando de manera significativa. Salió el oversized y apareció una silueta estrecha, alargada, pulida, entallada, más formal, limpia. El futuro cercano de la moda muestra que todo roza los talones, que los cuellos se levantan, la cintura es larga y las piernas infinitas. Los pantalones si bien son anchos, no dejan de verse delgados y ligeros. 


¿Será que acá tenemos un recorte temporal para anotar un nuevo salto en la historia de la moda? Por las dudas, comparto las imágenes que colecciono de los mails que envía Phoebe Philo


MUJERES QUE MIRAN LA MODA: Eugénie Trochu

Eugénie Trochu es la directora de contenido editorial de Vogue Francia. Su nombramiento en 2021 fue parte de una reorganización editorial global en Condé Nast. La editorial buscaba hacer foco en el mundo digital, cuyo impacto en la edición francesa dejó fuera a Emmanuelle Alt como directora de Vogue París. Esta reestructura implicaba el reemplazo de las jefas por un equipo de trabajo basado en la producción digital y el crecimiento de la audiencia. 

Entre las primeras tareas de Eugénie Trochu estuvo el cambio en la marca: Au revoir Vogue Paris, bonjour Vogue France 

“Nos llaman “editores de moda” porque con el desarrollo de las redes sociales y digitales, hacemos nuestro trabajo nosotros mismos. Básicamente, escribo mis artículos, pero también los publico. Los ilustro, los promociono en las redes sociales y, a veces, incluso los creo de la A a la Z haciendo vídeos y fotografiando con equipos talentoso”, dice esta nativa digital develando un hábito en las nuevas redacciones móviles. Todos hacemos todo en un oficio que se diversifica y toma un recorrido multidireccional. 


Eugénie Trochu básicamente construyó su carrera en Vogue. A los 17 años dejó la campiña de Normandía y se instaló en París para estudiar Literatura Moderna con orientación en escritura en la Sorbonne. Tras una práctica en la televisión francesa, hizo una pasantía en Vogue USA de tres meses para la universidad y desde 2011 se mantuvo en diferentes roles, también en otros productos de la editorial, como las revistas Glamour y GQ. Llegó a Vogue París y pasó una década como fashion editor  hasta que en la pandemia, Emmanuelle Alt la ascendió a fashion market editor y luego escaló como responsable de los contenidos editoriales. 


En cuanto estilo personal, Eugénie Trochu dice que las referencias vienen de nombres como ​​Martin Margiela, Helmut Lang y Demna Gsavalia tanto en Balenciaga como en Vêtements.  
Como una chica de mediados de los años '60 de André Courrèges pero en modo contemporáneo, su look se compone de proporciones. Al hacer un de visu en sus apariciones es evidente su gusto por las minifaldas y las botas largas de cuero, sobre todo de la marca Gia Borghini, de la diseñadora italiana Barbara Borghini.  El denim sobre denim, las chaquetas bomber y los zapatos en punta son otras de las huellas de identidad de esta mujer de 35 años de melena lacia castaña y raya de côté.